miércoles, 15 de octubre de 2008

Fue un 6 de marzo




Estaba "cortada". Aunque ya antes había llenado la mesa del bar de ranitas de papel (porque no sabía qué hacer con mis manos), ese bar que se llenó de gente sin darme cuenta porque todo lo llenabas tú, todo lo ocupabas .
Jugaban a algo desconocido para nosotros en ese parque (Ribalta?). Paseábamos por la acera que lo bordeaba, yo con la cabeza a intervalos inclinada, tú sonriendo a mi lado. Sentí curiosidad por saber en qué consistía el juego y te dije:

-¿Qué tal si nos acercamos?

Tú te aproximaste a mí y me abrazaste (no te cabía la sonrisa en la cara)

-Creí que no me lo ibas a pedir nunca –-respondiste estrechando el abrazo--

Y desde ese preciso momento ya no he querido estar en otro lugar.

Rebosando fatalidad


La poética del clown




Sus grandes verdades:
- El clown es y siempre debe ser AUTÉNTICO.
- El clown es sincero y espontáneo.
- La mirada del clown es un espejo a través del cual vemos su interior y nuestro reflejo en él. Por tanto, es transparente. Sus intenciones se ven, incluso cuando intenta engañar.
- El clown es apasionado, todo lo siente y lo hace al 100 % de intensidad.
- El clown es complejo, es decir, está compuesto de multitud de elementos que conforman los múltiples rasgos de su personalidad, lo cual le confiere una gran riqueza expresiva y personal.
- El clown es creativo y la creatividad se manifiesta en su estado más puro ante las limitaciones.

Sus emociones:
- De entre todas las emociones que habitan en un clown, una es imprescindible: la ternura.
- Las emociones del clown son su plataforma de acción, es decir, detrás de cada acto hay una emoción que lo motiva.
- En el registro emocional de un clown, éste puede pasar de un estado a otro con la misma rapidez que lo sienta dentro de sí.
- El clown no es consciente de exagerar. Si lo hace, es debido a su apasionamiento, que le hace creer en la veracidad de su exageración.
- El clown tiene una buena autoestima. Cree en su inteligencia, aún cuando ésta le traicione, lo cual ocurre con bastante frecuencia.
- El clown es un ser vulnerable pero no frágil. Al contrario, casi siempre animoso y positivo frente a las dificultades.

Su relación con el exterior:
- El clown es curioso ante el mundo que le rodea.
- El clown no busca problemas. Se los encuentra constantemente y ello le moviliza.
- El clown no intenta provocar la risa, tan sólo espera el cariño del público. La risa se produce como consecuencia del choque entre su espíritu y su lógica, por un lado, y los de la sociedad y los demás, por otro.
- El clown no pretende divertir sino divertirse. La diversión del público viene por añadidura.
- El clown juega constantemente. Es su manera de explorar, de aprender, de conocer, reconocer y relacionarse. Es su forma de vivir.

Sus dualidades:
- El clown condensa en sí mismo a Don Quijote y Sancho Panza. Es idealista y pragmático. Soñador y realista.
- El clown es persona de grandes proyectos y objetivos, pero en el camino suele encontrar pequeñas cosas que atraen su atención y se convierten en prioritarias.
- El clown puede ser blando o duro, fuerte o débil. Todo depende de su estado anímico, sus motivaciones y su soledad o compañía.

Su lenguaje:
- En la manera de expresar del clown, una imagen vale más que mil palabras, aunque una frase corta a tiempo explica más que mil gestos excesivos.
- En el clown, la comprensión y utilización del lenguaje es lógica y primaria.

Su lado oscuro:
- El clown no insulta, expone sus opiniones y/o emociones a través de palabras que juegan ese rol. En su boca, cualquier palabra puede cumplir ese objetivo: cantábrico, entelequia, tontornillo, raciocinio, pinacoteca, toliliputiense, etc.
- El clown no transmite violencia... ni cuando agrede.
- El clown puede conducirse de manera cruel, siempre y cuando se produzca un efecto distanciador de dicha crueldad para el que mira: inconsciencia al hacerlo, exageración al imaginarlo, excentricidad en la forma de realizarlo, rectificación inmediata...

Sus acciones:
- En la manera de comportarse del clown, no existen tonterías. Todo lo que hace tiene una justificación, la suya. Eso convierte cualquiera de sus actos, incluso el más absurdo, en normal.
- El clown permanece en constante estado de máxima sensibilidad, es decir, exento de la obligación de tener que hacer algo, y atento a cualquier percepción que le catapulte a hacer.
- El mundo de los payasos gira en torno a sus dificultades y cómo resolverlas. El clown siempre encuentra solución a cualquier problema, su solución clown. Esto es, impensable para cualquier otra persona, pero satisfactoria para él y coherente con su forma de ser.
- Ser clown significa estar clown. Percibir, sentir, accionar y relacionarse desde un estado payaso, que consiste en estar contigo mismo, tendiendo un puente hacia los demás a través de la mirada. El estado payaso es la suma de todas las particularidades que conforman esta Poética.


Del libro El Clown, un navegante de las emociones, de Jesús Jara