jueves, 4 de junio de 2009

Anoche

Cuando anoche, enfadada yo, molesto tú, encajé ---una vez más--- esa realidad q. te sale a borbotones por la boca, me sentí una mujer vencida q. se ha dejado arrebatar la dignidad. Acepto mi responsabilidad y es por eso q. estoy jodida. No me queda ni el recurso infantil de mostrarme engañada. Yo, que abandoné personas a las q. amé por no haber estado una sola vez a la altura de lo q. yo esperaba de ellas...me veo ahora y no me reconozco. Y no estoy enamorada de ti. Porque el amor es otra cosa. Quizá sólo sea amor propio, la impotencia de q. alguien q. te importa no sea capaz de reconocerte, de darse cuenta de q. ha tropezado con alguien diferente, de valorarte por ello, de ...de...Vamos! No es inmodestia, nunca espero más de lo q. estoy dispuesta a ofrecer. Seamos sinceros.

Quiero verme en esos ojos. Y q. me guste lo q. veo.



Azul, líneas en el mar, qué profundo
y sin domar acaricia una verdad.
Eh, tú, no lo pienses más,
o te largas de una vez o no vuelves nunca hacia atrás.

Se dejaba llevar, se dejaba llevar por ti,
no esperaba jamás y no espera si no es por ti.

Nunca la oyes hablar, sólo habla contigo y nadie más,
nada puede sufrir, que él no sepa solucionar.

...
Antonio Vega

A veces...

A veces me enfurezco con el mundo, porque me resulta más sencillo q. hacerlo conmigo misma.
A veces una palabra adecuada, un abrazo lleno de cariño, una mirada dulce, derrumban las barreras q. levanto para protegerme. Me convierto en algo frágil q. me acongoja.

Hablábamos ayer de la honestidad. Me erigí en una escéptica por puras ganas de polemizar...o quizá no. Conforme han ido pasando los años, principios q. yo creía inamovibles se han ido tambaleando. No es q. fueran magníficos, pero servían. Sólo tenía q. seguir la línea o líneas q. me había trazado, sin desvíos ni atajos, sin excusas, superar las dificultades y seguir caminando. No recuerdo si eso me aportaba felicidad, supongo q. no demasiada, pero los pasos eran firmes, yo era consecuente y me sentía digna.

Ahora las cosas han cambiado. Este ahora no sé cuánto tiempo abarca, ni me importa. LLevo dos noches sin dormir apenas, con malos sueños, necesito salir corriendo pero no sé en qué dirección (y, para ser sincera, tampoco sé si quiero irme). No quiero caer en el menoscabo de mí misma, no quiero perder un ápice del cariño q. me tengo, no deseo abandonarme al desconsuelo. Con la absurda intensidad q. me caracteriza, una cosa y su contraria me aterrorizan.

Saco la balanza, ajusto el fiel para q. no se incline ante nadie, coloco los platillos...y ahí me paro.